
Por Gabriel Fonten
De Freedom.
Más de 10.000 personas marcharon, los manifestantes irrumpieron en tres sitios y destruyeron materiales de construcción y vehículos

Manifestantes acceden a las obras del TAV en Val di Susa.
Alrededor de diez mil manifestantes marcharon en el Valle de Susa, Italia, el sábado 26 de julio contra la línea ferroviaria de alta velocidad (TAV) Turín-Lyon. La marcha comenzó en el festival anual Alta Felicidad, antes de dividirse en tres marchas contra las obras actuales y futuras. El movimiento No-TAV (activo desde hace décadas) no es ajeno a la acción directa, y las tres obras sufrieron daños por ataques.

Manifestantes acceden a las obras del TAV.
Los manifestantes fueron reprimidos con fuerza por la policía, que, según informes, disparó cartuchos de gas lacrimógeno a la altura de la cabeza en el sitio de San Didiero. Los manifestantes respondieron con piedras y petardos. Mientras tanto, varios vehículos de trabajo y policiales quedaron inutilizados, junto con el edificio que se prevé que se convierta en las futuras oficinas de la empresa de gestión de carreteras Sitaf.

Ataque a las obras del TAV.
En Traduerivi, los manifestantes rompieron las alambradas y destruyeron materiales de construcción y vehículos. Posteriormente, bloquearon la autopista Torino-Bardonecchia con barricadas incendiarias.
En Clarea, los manifestantes irrumpieron en el lugar, controlándolo durante una hora mientras saboteaban las estructuras. Según informes, la policía se mostró reacia a abandonar sus posiciones, ya que en años anteriores habían surgido más protestas durante la noche en respuesta a la represión.
Hasta el momento, no se han reportado arrestos, pero se espera que la policía aproveche el nuevo “Decreto de Seguridad” aprobado en junio que les otorga nuevos poderes para reprimir a los manifestantes, así como la capacidad de “cometer ciertos delitos” sin enfrentar persecución.

Manifestación contra las obras de TAV.
La reacción del gobierno italiano de extrema derecha ha sido virulenta. La primera ministra, Giorgia Meloni, expresó su solidaridad y cercanía con la policía, afirmando que los actos de guerrilla urbana son indignos de una nación civilizada. El ministro del Interior, Matteo Piantedosi, calificó las protestas como «la peor cara de un extremismo ideológico que debe ser firmemente aislado y reprimido».
Fuente:Freedom y Canal de Telegram «Defender el territorio, Construir el futuro».
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