Burbujas económicas al asalto de la España Vaciada

Burbujas económicas al asalto de la España vaciada.
Burbujas económicas al asalto de la España vaciada.

Al calor de los fondos europeos han surgido numerosas burbujas especulativas que han encontrado un lugar ideal para el lucro rápido en la España Vaciada.

Por Ángel Encinas

Ecologistas Zamora.


“Necesitamos ciudadanía organizada y política de verdad. Necesitamos un cambio tan radical como ilusionante. Vivir sin tanto en este lado del planeta se hace inimaginable ahora, pero es el único camino si queremos seguir teniendo el lujo de soñar futuros.”

Paco Gómez Nadal

“No dejar en la estacada a los muertos”

Jorge Riechmann

«El miedo paraliza solo si no se sabe hacia donde correr.»

Naomi Klein

¿Vacía o Vaciada?

La España vacía, tan bien descrita por escritores como  Sergio del Molino o Jorge Armesto no es objeto de este artículo, pero sí el espacio geográfico sobre el que, como aquello de “a perro flaco, todo son pulgas”, está cayendo todo el furor neocolonial de una Unión Europea acorralada en las luchas por la hegemonía del sistema-mundo, hasta el punto de que escritores como Michael Eaude titula un  artículo en CTXT como “La Unión Europea financia la destrucción de la España vaciada”. Por eso preferimos hablar de “España vaciada”, donde, más allá de la constatación del hecho, se subraya que se trata de un proceso y se “expresa una voluntariedad, una culpa: alguien la ha vaciado”, como señala el mismo J. Armesto. Nadie duda que se trata de un largo proceso histórico promovido por intereses de todo tipo, pero todos los analistas tienen claro que ese vacío creado es razón y objeto para el aterrizaje de especuladores como los que la están asaltando con sus burbujas con el resultado de acelerar ese vaciamiento.

Mapa de las zonas de España en las que la densidad de población es más baja (rojo, por debajo de 8 habitantes por km2; naranja, por debajo de 12,5 habitantes por km2). Autor: Pilar Burillo, estudio SESPAS. Se ha superpuesto en el mapa la silueta de la provincia de Zamora, que se encuentra de lleno en una de las zonas de densidad más baja. Procedencia.

El extractivismo es una de las afecciones de esta España vaciada, a la que están dispuestas, administraciones y empresas, a convertir en «zona de sacrificio«. El extractivismo es uno de los rasgos matrices del neocolonialismo, cuyo fin es la extracción de recursos naturales y materias primas de una zona para venderlas en mercados lejanos. Actualmente tiene un componente fundamental resultado del entrecruzamiento entre crecimiento económico y necesidades del cambio climático. Esta intersección podemos llamarla, no sin ironía, economía verde, pero nos sirve para caracterizar la raíz de los males que en estos momentos achacan a estos territorios tan amplios en nuestro país.

Si 2019 fue el año de la reivindicación de estos territorios por las calles de Madrid con el lema de “La España vaciada existe”, los últimos años son los del asalto de múltiples burbujas extractivistas en forma de plantas de biometano, macrogranjas de ganadería industrial, macrorrenovables, o minería a cielo abierto.

Se trata de un proceso cuyo final se desconoce, y al que solo la movilización ciudadana y sus luchas puede frenar, detener o revertir.

Burbujas-Ampollas-Pústulas en una huida hacia adelante

Mientras la prensa utiliza el término más aséptico y conformista de “boom”, nosotros preferimos hablar de “burbujas”, y en un sentido, además del económico, más literal y en relación semántica con “ampollas” y “pústulas”, de esas que terminan reventando sin madurar. Se trata de un sarpullido que sufre buena parte de los territorios de esta “España vaciada”, y que va a marcar su futuro de forma seguramente irreversible. A no ser que hagamos algo, claro. El futuro que nos espera en estas tierras a la vuelta de unos pocos años será el de uno de esos infectos patios traseros que empiezan a proliferar en una Europa cada vez más cercada (y cerrada), con pocas salidas energéticas e industriales en la geopolítica mundial.

Una de las notas determinantes de estas burbujas es su prefijo “macro”, sinónimo de una desmesura que nada tiene que ver con la proximidad y la circularidad, palabras con las que los mercaderes tratan de envolver su turbia desnudez. Lo “macro”, propio de economías de escala, caracteriza casi siempre a los proyectos más destructivos medioambientalmente.

Al asalto de la España vaciada

Por motivos de espacio nos limitaremos a unas breves pinceladas.

Macrogranjas porcinas. Son el epítome de la ganadería industrial. Cuestionadas en los últimos años por los terroríficos efectos medioambientales de sus purines sobre tierras y acuíferos, tienen últimamente un horizonte más despejado al entrar a formar parte esencial de la burbuja del biometano. Otra cosa es la competencia China y brasileña, que mediará más pronto que tarde en su evolución futura.

Macropolígonos de energía pretendidamente renovable. No podemos seguir engañándonos sobre lo de “renovable”. Sería mejor denominarlas como dice Casal Lodeiro, “sistemas no renovables de captación temporal de flujos de energía renovable (o simplemente pseudo renovables)”. Los megaproyectos pseudo renovables son el perfecto ejemplo de cómo el espíritu de lucro privado puede pervertir una buena idea de futuro, por la que muchos hemos luchado en el pasado, y llevarla a un callejón sin salida insostenible y desastroso. Por todo el territorio hemos conseguido frenar algunos de los proyectos más escandalosos, pero la oleada sigue creciendo, aunque un horizonte de crisis se cierne sobre ella. Como solución ya tienen a mano una nueva burbuja, la del hidrógeno .

Macroinstalaciones de biometano. Asistimos en estos meses iniciales de 2025 a su eclosión en buena parte de estos territorios olvidados y marginados. Por todos ellos están surgiendo proyectos como setas en el otoño. Estos proyectos, lo mismo que los del resto de las burbujas, se van conociendo poco a poco, siempre rodeados de secretos y medias verdades2, para imponerlos como hechos consumados a una ciudadanía cada vez más escaldada.

 El proyecto europeo está cada vez más bajo el control de los lobbies de grandes conglomerados industriales y fondos de inversión. Procedencia

Con proyectos inflados por subvenciones y ayudas de todo tipo, fundamentalmente el plan RePower de la UE, al calor de la ruptura con Rusia por imposición estadounidense, el biometano dice venir en ayuda, además del gas natural, de la ganadería industrial, en especial de las macrogranjas porcinas y sus purines. Sin embargo, son tantos los proyectos que no hay mierda suficiente, por lo que el efecto llamada en retroalimentación positiva está llamando a la puerta. Y, atención, que todos hablan de fábricas de biometano, y no de biogás, que es el producto básico de estas plantas. ¿Por qué? Sencillamente, porque lo que interesa es el metano, el componente principal del biogás, del que se extrae mediante un proceso de upgrading, y que, para ser rentable exige macro-factorías que procesen un mínimo de 90.000 tn anuales.

Calentando en la banda tenemos dos burbujas más: la del hidrógeno y la de la minería a cielo abierto.

Macrofactorías de Hidrógeno. El hidrógeno no es una fuente de energía, sino un vector energético que resulta teóricamente muy interesante para algunas aplicaciones precisas, pues carece de la tecnología necesaria que impida enormes pérdidas y permita un aprovechamiento superior al 20-25%, por lo que todos los expertos consideran un enorme error apostar por su generalización como complemento del metano y el mal llamado gas natural.

Y, sin embargo, en una transición energética que fuera realmente ecológica, el Hidrógeno, en un necesario y obligado panorama de decrecimiento energético, está llamado a ser la forma de energía llamada a suplir a la eléctrica en determinados usos industriales, en los que ésta no es capaz de llegar con su fuerza energética: fundiciones, altos hornos, cerámica, por ejemplo. ¿Por qué, entonces, se apuesta por ella?. Pues por algo parecido al biometano: es posible mezclarlo con el “gas natural” en una proporción entre el 10 y el 15% y utilizar la red de gasoductos existente para, atención, llegar a las gasolineras, y hacer realidad un delirio a lo Mecano y su vieja canción: hacer chas y aparecer a nuestro lado, en nuestras vidas en forma de hidrolineras para que se cumpla el sueño imposible de seguir haciendo lo mismo: conducir coches y seguir creciendo hasta el fin de los tiempos, que no parece ya tan lejano. Estaríamos entonces ante una trampa que solo prolongaría temporalmente nuestra adicción a los combustibles fósiles. No debe extrañar a nadie que el hidrógeno ocupa la primera posición del top 100 en gastos de lobby en la Unión Europea con más de 75 millones de euros al año.

No podemos olvidar para delimitar aún mejor las dimensiones de este delirio, que actualmente el 99% del hidrógeno se produce a partir de combustibles fósiles (H azul o gris), y que resulta fundamental para la agricultura industrial (fertilizantes, productos químicos, etc)

Tampoco podemos olvidar que, además de estar ante una tecnología muy inmadura, con graves pérdidas y un rendimiento final ( entre el 10% y el 25%, este hidrógeno verde se obtiene por hidrólisis de agua ultrapura y caliente (80º) en grandes cantidades. Cuando más pura, menos gastos. Mejor que la de los ríos o embalses: los acuíferos. Y resulta que la mayoría de los acuíferos sobre los que se asienta esta España vaciada, están ya sometidos a un alto estrés hídrico, además de una generalizada contaminación por los nitratos de la ganadería y agricultura industriales. Resulta muy curioso comprobar que los grandes proyectos de países donde el capitalismo extractivista funciona en su mejor expresión también se enfrentan a un alto estrés hídrico, incluidos Namibia, Chile, Marruecos,...

Pero, volviendo a nuestros territorios de la España vaciada, se nos dice que el hidrógeno viene a salvar la burbuja renovable. Ya que se produce electricidad renovable en exceso y de forma intermitente, lo que obliga a parar o tirar buena parte de la producida en algunos momentos, ¿por qué no tirarla en esto?, ¿por qué no seguir llenando de placas y molinos nuestros territorios?

 La macro minería a cielo abierto solo es posible gracias a la energía fósil. Su capacidad destructiva de los equilibrios medioambientales es inmensa y sin vuelta atrás. Procedencia.

Macro-minería a cielo abierto. Es la burbuja que viene a rematar el destrozo. Siempre a lo macro, la minería a cielo abierto nada tiene que ver con los dibujos de minas con los que nos encontramos en los libros de texto, sino que se trata de arrasar enormes extensiones de terreno utilizando grandes cantidades de energía fósil para mover pesadísima maquinaria y camiones… y más cuando se trata de rebañar migajas. Y de paso destrozando todo, terrenos, acuíferos,…

No son pocos los territorios y organizaciones ecologistas de la España vaciada que se están levantado contra este nuevo asalto en forma de apertura o reapertura de proyectos mineros a cielo abierto: Cáceres capital (litio), A Coruña, con Touro (cobre) y Lousame (cobre y estaño), Segovia (cuarzo metalúrgico), Zamora (Wolframio), etc.

Lo que la ciudadanía estamos aprendido en las luchas contra estas burbujas

Globalmente, la lucha vecinal y de las organizaciones ecologistas implicadas en las contra estas burbujas que han caído sobre la España vaciada -macrogranjas porcinas, macropolígonos renovables, macroinstalaciones de biometano, megafábricas de Hidrógeno, minas a cielo abierto de última generación- nos ha enseñado unas cuantas lecciones:

  1. Que el lucro privado pervierte todas las buenas ideas. El caso paradigmático es el de las macro-renovables, bandera del movimiento ecologista hasta hace dos décadas. Todas las virtudes de unas tecnologías propicias para una energía distribuida marcada por la descentralización y el protagonismo ciudadano, han sido marginadas por una apuesta por desarrollos macro, centralizados en inmensos polígonos solo pendientes de la rentabilidad en corto de grandes empresas y fondos de inversión. Pasa lo mismo con la apuesta por el biometano o el hidrógeno y todas las demás burbujas.
  2. Que los seguramente menguantes esfuerzos e inversiones mirados con la perspectiva del medio plazo, en lugar de dirigirse hacia proyectos para un futuro problemático, se derrochan al servicio de los intereses de grandes empresas y fondos de inversión. Grandes inversiones que podrían dirigirse a cimentar una dolorosa transición al inevitable descenso energético, se dirigen hacia delirios inconsistentes, en los que los medios, las enormes infraestructuras, se convierten en fines. Construir infraestructuras con el dopaje de enormes subvenciones europeas es lo que cuenta, la fuente principal de beneficios de esta economía de lo inmediato.
  3. Que las empresas, con la complicidad manifiesta de las Administraciones y las leyes, utilizan todo tipo de trucos, mentiras y añagazas para engordar y cuidar la bolsa. Entre ellos, no es menor la constitución de empresas de 3.000 €, que permiten sin mayores compromisos la especulación, y ninguna garantía para compromisos posteriores, como el de restauración. En suma, el capital juega con enchufe al “a ver si cuela”, arriesgando lo mínimo por el camino.
  4. Que la movilización vecinal, el único camino que le queda a la soberanía popular para frenar esta deriva suicida, tiene una importancia decisiva. Lo que al principio son en muchos casos reivindicaciones tipo “nimby” (“no en mi patio trasero»), generalmente solo es un necesario primer paso que permite a la ciudadanía de la apatía y de la reclusión en las pantallas.
  5. Que es posible frenar y parar los más insostenibles y monstruosos de los proyectos. Al final de cuentas, el capital es muy cobarde, y cuando se tiene que enfrentar a la movilización popular, tiende a echarse para atrás. Solo cuando ha pasado del papeleo de los proyectos a la construcción de infraestructuras con importantes inversiones, se revuelve con todas sus fuerzas, que no son pocas, para sacarlos adelante. Eso es lo que explica el secretismo con el que actúan para camelar a alcaldes y Administraciones cuando dan sus primeros pasos.
  6. Que todas estas burbujas, en especial la lucha contra la macro minería a cielo abierto, no tienen vuelta atrás en su capacidad destructiva de los equilibrios medioambientales. Estos proyectos se desarrollan como si no hubiera un mañana durante los 25-30 años de vida media, al final de las cuales habrían de ser renovados en su totalidad. Y todo ello sin la garantía de restauración de enormes extensiones de tierras laborables o espacios naturales. De esto nadie habla.
  7. Que reducir las luchas a interponerse en el avance de estos monstruos proyectos, sin poner el foco sobre la planificación y el desarrollo alternativas social y medioambientalmente asumibles, es un gran error, muy útil para los que no son capaces de concebir alternativas sosteniendo que “los ecologistas se oponen a todo”
  8. Que todas las Administraciones, independientemente de su color político, están al servicio del modelo expansionista del capital, ahora vestido de verde, y que es la disculpa de la rapidez necesaria de la transición la que justifica el abrazo a las grandes empresas y fondos de inversión. Eso explica el desistimiento, marginación y oscurecimiento de las alternativas sociales y ciudadanas.
  9. Que el proyecto europeo es cada vez más y de forma exclusiva, eso: mercadeo de lobbies de los grandes conglomerados industriales y fondos de inversión que se pintan de verde para la ocasión, pero moviéndose siempre desde planteamientos lampedusianos: cambiar todo para que nada cambie.
  10. Que, al final de todo, se trata de un modelo extractivista y colonial que acabará con la riqueza medioambiental de estos territorios, y acelerará la expulsión de la escasa población que se resista a permanecer en ellos mientras el desorden climático y la ruina energética se adueña de nuestras vidas.

Dos estrategias en las luchas de los movimientos sociales

Se suele hablar de estrategias duales cuando nos referimos a la combinación de las luchas de los movimientos sociales con las de los actores institucionales (partidos políticos). Aquí, sin entrar a cuestionar la acción política institucional, ni de las interesantes estrategias triples” nos centraremos en el dualismo desde dentro de los propios movimientos sociales. Hablamos así de dos estrategias que deberían desplegarse de forma combinada.

  1. Estrategia destructiva de freno y parada.
  2. Estrategia constructiva de caminos y horizontes.
 En las luchas de los movimientos sociales es preciso desplegar los caminos alternativos que iluminen y orienten nuestras luchas. Procedencia

Estrategia destructiva de freno y parada

Es la estrategia de urgencia que levanta por doquier movimientos vecinales contra el acoso del capital y las burbujas que hemos comentado en la primera parte. Se trata de echar el freno, de poner palos en las ruedas y piedras en el camino a esta huida hacia adelante que está emprendiendo este llamado capitalismo verde en un momento de continua aceleración de la megamáquina1 antes de que la extralimitación y el delirio del crecimiento nos precipite de forma definitiva por el derrumbadero.

De sus aprendizajes y resultados hemos dado cuenta en el punto anterior. Pero, sin un horizonte alternativo, esta estrategia de urgencia está condenada al fracaso, sirviendo a los objetivos de ese capitalismo verde, al que estaría auxiliando limando los más llamativos de sus excesos.

Estrategia constructiva de caminos y horizontes

Como hemos comentado más arriba, los intentos de descalificación de los movimientos sociales insisten en argumentos en la línea de “los ecologistas se oponen a todo”, “negáis la necesidad de progreso de nuestros pueblos”, “pretendéis que todo siga igual, y con ello la continuidad del despoblamiento de nuestros pueblos”, etc.

Por eso esta estrategia es necesaria y complementaria de la anterior. Se trata de dar respuesta a estas críticas y a la vez iluminar y orientar nuestras luchas marcando caminos alternativos que bordeen ese derrumbadero, por los que la ciudadanía pueda transitar en un futuro realmente sostenible.

No solo es luchar contra algo, las grandes burbujas del capitalismo verde, sino también luchar por, a favor de algo basado en principios como estos:

  1. El primero y fundamental es poner la vida y todo lo comunitario en el centro. Por encima de cualquier consideración deberá estar la sostenibilidad y la protección de un medio ambiente exhausto, y el bienestar comunitario. Es una lógica que camina en dirección opuesta a la del lucro privado.
  2. Poner en valor el decrecimiento como única perspectiva para los tiempos que vienen. Frente al PIB, necesitamos otros medidores de vidas deseables y sostenibles: la huella ecológica, la Felicidad Nacional Bruta y el Índice de Desarrollo Humano (IDH).
  3. Si la economía circular es físicamente imposible desde los principios de la termodinámica, debemos apostar por una espiral lo más cerrada posible, a la que contribuya un decrecimiento en la producción de residuos.
  4. Cuestionar el chantaje cómplice de la sociedad de consumo con una ciudadanía educada en la complicidad por una publicidad tóxica que ha conseguido equiparar consumo-felicidad. No es fácil, pero sí obligatorio, apostar por la austeridad, en el consumo de energía y producción de residuos. Se trata de reducir en todas las direcciones. Pero, atención, siempre sin echar toda la culpa a una ciudadanía derrochadora. Son los productores, la parte fundamental del binomio producción-consumo, los que deben tener topes legales mucho más estrictos en temas como la publicidad, la obsolescencia programada, la reparabilidad, el reciclaje, etc.
  5. Establecer siempre el principio de precaución y sustentabilidad futura. Esto supone apostar por el largo plazo y tecnologías simples, las que llama González Reyes Energías renovables realmente renovables (R3E)
  6. Utilizar materias primas de fuentes realmente sostenibles y producidas preferentemente en el propio municipio, mancomunidad o biorregión.
  7. En las luchas que nos ocupan, esto supone apostar por lo pequeño, por infraestructuras e instalaciones de pequeño tamaño enfocadas preferentemente al autoconsumo local. Y sospechar o cuestionar siempre todo lo desmedido en todos los ámbitos.
  8. Deberán ser las propias empresas las que se encarguen de sus propios residuos y se apliquen aquello de “el que contamine, que pague”. Los residuos deberían enfocarse al autoconsumo energético para cerrar mejor sus ciclos productivos.
  9. Gestión y control comunitario de los proyectos que surjan a través de los propios ayuntamientos, con información transparente y decisión comunitaria. Solo así se podrá asumir el “quid pro quo” (qué a cambio de qué) y se extremarán los controles de contaminantes, olores y pérdidas de gases, con medidas de control de alto nivel.
  10. Frente a los proyectos del capitalismo verde, al servicio del cual está la Unión Europea, emprender y poner en valor los proyectos alternativos realmente sostenibles y deseables, exigiendo a las Administraciones su prioridad en los presupuestos. Hay que hablar y difundir información continuamente sobre comunidades energéticas, compostaje y plantas de biogás para procesar los propios desechos, recuperación de tecnologías simples realmente renovables, turismo de proximidad, transporte público, fiestas locales comunitarias, disponibilidad de tiempo, mucho tiempo no consumista.

Un caso concreto de la España vaciada: la provincia de Zamora

Mapa con las burbujas económicas en la provincia de Zamora. Dado el oscurantismo informativo por parte de la Administración y las empresas, con toda seguridad hay algunos errores y muchas ausencias. Elaboración propia.

Zamora está situada junto a la llamada Raya, esa zona que recorre más de la mitad de la frontera con Portugal. El asalto extractivista que está sufriendo conspira para convertirla en un inmundo estercolero.

Macrogranjas porcinas. Ecologistas Zamora surgió precisamente al calor de la movilización social contra las mismas en 2018. La constante llegada al BOCYL (Boletín Oficial de CyL) de nuevos proyectos y ampliaciones da cuenta de un crecimiento que no se para. Entre 2015 y 2023, la cabaña porcina de la provincia ha crecido cerca de un 40%, generando un grave problema medioambiental. De los 2,7 millones de cerdos con los que contaba Castilla y León en 2023, Zamora cuenta hoy con más de 500.000, lo que hace de la provincia el lugar de los tres cerdos por habitante. La burbuja del biometano, que ha venido después, no está haciendo otra cosa que potenciar nuevos proyectos.

Macropolígonos de energía pretendidamente renovable. No podemos seguir engañándonos sobre lo de “renovable”. Sería mejor denominarlas como dice Casal Lodeiro, “sistemas no renovables de captación temporal de flujos de energía renovable (o simplemente pseudo renovables)”. Los megaproyectos pseudo renovables son el perfecto ejemplo de cómo el espíritu de lucro privado puede pervertir una buena idea de futuro, por la que muchos hemos luchado en el pasado, y llevarla a un callejón sin salida insostenible y desastroso. Por todo el territorio hemos conseguido frenar algunos de los proyectos más escandalosos, pero la oleada sigue creciendo, aunque un horizonte de crisis se cierne sobre ella. Como solución ya tienen a mano una nueva burbuja, la del hidrógeno.

Macroinstalaciones de biometano. En el caso de Zamora, ascienden de momento a unos 14-15 proyectos en gestación, aunque se habla de más de 500 para toda Castilla y León, si es que antes no se les pone freno. En los últimos meses esta burbuja está eclosionando de la mano de la JCYL, que les ofrece todo tipo de facilidades, a la vez que obstáculos crecientes a un movimiento vecinal en auge, con el que no contaban. A la vez que los proyectos, han ido surgiendo plataformas vecinales de oposición, que en el mes de abril han creado la Federación zamorana Zamora En Pie. Empresas y autoridades interesadas no contaban con que un vecindario cada vez más consciente de lo que supondrá para la calidad de sus vidas, les está plantando cara en toda la provincia.

Hasta ahora, los proyectos que se están tramitando en Zamora son 9, de los que 4 ya han salido ya a consulta pública en Zamora para su aprobación medioambiental: El Cubo de la Tierra del Vino (entre 150 y 200.000 t anuales), el de Coreses, (150.000 t anuales) , el de Santovenia del Esla ( 168.000 t. anuales) y el de Villardondiego (163.000 t anuales).

Macrofactorías de Hidrógeno. A pesar de la incertidumbre tecnológica y de viabilidad económica más allá de las subvenciones europeas, se conocen en la provincia, al menos, 6 proyectos, 3 de ellos en tramitación. Como en el caso de biometano, bien bajo la fórmula de un discutido blending con el gas fósil o bien en una red paralela exclusiva, la red de gasoductos que atraviesa la provincia es el factor atractivo fundamental.

A todo esto se une que Zamora capital es el destino final del proyecto CELZA (Celorico-Zamora), tramo inicial de H2MED, un proyecto desmedido, insostenible y por ello innecesario, como sostiene la plataforma «Gas no es la solución». Precisamente, en el mes de abril salió a consulta pública el proyecto de Enagás para el tramo zamorano, al que Ecologistas Zamora presentó un informe negativo.

Principales minas del Cinturón Ibérico W-Sn. Procedencia

Macro-minería a cielo abierto. Si superponemos el mapa primero con el mapa geológica de la península comprobaremos que la zona 2 se corresponde en buena parte con los dos territorios a ambos lados de La Raya conformados sobre los restos de la orogenia herciniana, en forma de Macizo hespérico o Ibérico y penillanuras hercinianas. Son territorios muy explotados en el pasado por su riqueza minera a ambos lados de la frontera. Ahora llega el momento de apurar las migajas, una vez que la Unión Europea ha preparado un catálogo de materias primas fundamentales para la llamada transición ecológica y digital, cuyo suministro no está garantizado.

En el caso de Zamora, Ecologistas Zamora se empleó a fondo en 2020, con apoyos a uno y otro lado de la frontera, contra el proyecto Valtreixal de extracción de wolframio en Calabor, ahora provisionalmente parado, y el de manganeso en Losacino de Alba (Vide), Vegalatrave y Samir de los Caños, aprobado en enero de 2025.

A modo de conclusión de este ya largo artículo, enumeramos los cinco principios que presiden la labor destructiva de estas burbujas en la España vaciada:

1 Destruimos vuestras tierras, ríos, acuíferos y paisajes, pero esperamos que no os quejéis mucho.

2 Nos lo llevamos todo para fuera porque hay otros que lo necesitan, preferentemente la Europa sedienta de energía y materias primas.

3. Aquí os dejamos la porquería, la destrucción y la contaminación, que para eso sois pocos y tenéis mucho espacio.

4. Hay que seguir creciendo. Lo malo es que unos pierden para que otros ganen, y os ha tocado a vosotros perder. Lo sentimos, lo necesita la megamáquina.

5. Marchaos antes de que os terminemos de expulsar. Estáis avisados.

Corrales del Vino, Julio 2025

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